¡Estimado lector en la forma apropiada de saludo!
La humanidad está siendo grave y universalmente afectada por un coronavirus invisible, que lleva su carga dañina indiscriminadamente por cualquier motivo.
La fuerza con la que ataca es desigual entre los distintos países y en las regiones que los forman. A pesar de ello, ha quedado claro que son muchas más las cosas que nos unen, que las que nos separan. Hay algunos sentimientos complejos que todos compartimos: dolor, incertidumbre, miedo, esperanza, solidaridad o fraternidad. Todas estas emociones pertenecen a la condición humana.
En pocos meses, nuestras vidas han cambiado. Por lo tanto, para defendernos en este escenario, estamos e valorar más el cuidado personal, así como a aquellos con los que interactuamos a diario. Actuamos responsablemente para protegernos y, al hacerlo, garantizamos nuestra salud, o incluso la vida misma. Estamos dejando de lado otros valores o intereses que ahora carecen de sentido.
Merece la pena mencionar a los mayores héroes de este tiempo que, por su cuenta y riesgo, hacen su trabajo en nombre de nuestros pacientes, así como de nuestra economía, para que nuestra salud pueda ser tratada, además de poder obtener nuestras necesidades más básicas.
Al menos de momento, parece que el género humano está siendo responsable con lo realmente importante, entre lo que me gustaría destacar la HERMANDAD con la que estamos actuando de forma general. Por ello, situamos el bienestar general como nuestro máximo valor, y la solidaridad que nos une, como elemento esencial de nuestro futuro.
Eso dije yo…
Jesús Corella García
Gran Maestre
Gran Oriente de España
